La migraña es un trastorno neurovascular crónico común que se caracteriza por dolores de cabeza severos y debilitantes que pueden durar varias horas o incluso días y pueden aparecer de forma diaria. La migraña puede ir acompañada de náuseas, vómitos y otros síntomas neurológicos, como la sensibilidad a la luz y al ruido, así como de un aura visual. Se estima que entre el 10 y el 15% de la población padecen migrañas. Afecta especialmente a mujeres. La migraña se encuentra entre las diez principales enfermedades con mayor causa de discapacidad. Además, el tratamiento de la enfermedad presenta una carga económica sustancial relacionada con la pérdida de productividad y el uso de recursos de atención médica, tales como consultas médicas y de urgencias de hospitales.
Si bien hay muchos tipos de tratamientos disponibles para la migraña, tanto de venta libre como por prescripción, su efectividad es limitada. Algunos tratamientos abordan el dolor asociado con la migraña. Estos incluyen paracetamol, cafeína, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, así como los betabloqueantes y antidepresivos. Otros son terapias específicas para la migraña, como los triptanos (agonistas selectivos del receptor 5-hidroxitriptamina de la serotonina). Aunque los triptanos proporcionan alivio a algunos pacientes para los ataques de migraña de moderados a severos, no previenen las recurrencias.
Aimovig está orientado a la prevención de la migraña. Los estudios en los que se basó la aprobación por la FDA mostraron que el 30% de los pacientes que tomaron Aimovig lograron una reducción del 50% en las migrañas, mientras que el 13% con placebo lograron el mismo resultado. Esto implica una reducción absoluta del riesgo del 17%. En otras palabras, cada 6º paciente que tome Aimovig se beneficiará con este medicamento. Este número necesario para tratar no es un gran resultado (1 de 6). De hecho, es peor que el estándar de atención actual: los triptanos. Para los triptanos de dosis alta, los números necesarios para tratar se encuentran entre 2.6 y 5.1.
La adopción de un método de prueba y error convencional para la prescripción significa que los médicos necesitarían prescribir a 6 pacientes antes de que uno obtenga el beneficio de Aimovig. Lamentablemente, actualmente no hay forma de saber qué paciente será el afortunado.
Según el comunicado de prensa de Amgen / Novartis, el precio para Aimovig será de 575 $ por un inyector automático de uso único de 70 o 140 mg una vez al mes, o 6,900$ por año.
La prevención de la migraña es un objetivo importante. Aimovig ayuda a lograr ese objetivo para algunos. Pero dada la eficacia general relativamente pobre (en toda la población de usuarios potenciales), su alto costo puede no estar justificado desde una perspectiva de costo-efectividad e impacto presupuestario. La propuesta de valor podría cambiar a favor de Aimovig si hubiera mejores herramientas de diagnóstico disponibles para diferenciar entre quienes se benefician del producto y quienes no lo hacen.